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Esta casa se ubica en un campo en Frutillar, donde se buscó potenciar las vistas a los jardines y caballerizas que están al Norte de la casa.

 

El partido general se desarrolla en base a dos volúmenes que forman una “T”, enfrentando al Norte su lado más largo. Este último volumen alberga la zona pública, donde se ubica el estar, comedor y la cocina semi abierta, logrando con un techo alto de vigas a la vista y lucarnas, una espacialidad con gran diálogo con los jardines exteriores. Este volumen, hacia el Oriente, da lugar al dormitorio principal con su baño y walkin closet. El volumen secundario, de servicio, por el Sur da lugar al estacionamiento y zona de caldera, además de lavadero, estudio y cocina.

 

Destaca en esta casa la terraza Norte, que genera un agradable espacio de relajo. Por último se destaca de sus materiales, la utilización de madera de pino oregón como revestimiento exterior, al igual que para los pilares y vigas a la vista de toda la vivienda.